Muchas personas aún no se han dado cuenta de un hecho: Ethereum en realidad todavía está en proceso de crecimiento.

Este año, hemos visto un crecimiento explosivo en Layer2 y la valoración de las stablecoins también se está expandiendo rápidamente, pero esas son solo apariencias. Lo verdaderamente interesante es que está convirtiéndose en un sistema financiero completamente independiente de la necesidad de «confiar en alguien».

No se trata de que sea descentralizado simplemente porque no hay regulación. Se trata de que toda la operación de la red, desde la validación hasta la liquidación, no depende de ninguna empresa, institución o incluso de un desarrollador genio en particular. El código que se ejecuta establece las reglas, sin necesidad de confiar en los dueños de los exchanges ni preocuparse de que alguna autoridad reguladora cambie de postura de repente.

Este es el verdadero camino en el que debe evolucionar el sector financiero: no se trata de derrocar a alguien, sino de construir una infraestructura fundamental que no requiera «intermediarios de confianza». Ethereum ahora está haciendo precisamente eso, sentando las bases para este cambio.