Tokens arcade El tipo de token más infravalorado

Recientemente hemos desarrollado una taxonomía exhaustiva de tipos de tokens, incluyendo network tokens, collectible tokens y memecoins. De los siete tipos identificados, el arcade token es el menos explorado y más infravalorado: se trata de un token cuyo valor permanece relativamente estable dentro de un ecosistema de software o producto concreto, normalmente gestionado por un emisor (como una empresa).

En el fondo, los arcade tokens representan la versión blockchain de un activo con el que ya estás familiarizado: millas aéreas, puntos de tarjeta de crédito, oro digital en videojuegos, y similares. Todos comparten el hecho de ser monedas internas que sostienen el funcionamiento de una economía de mercado: las millas de viajero frecuente y los puntos de recompensa, por ejemplo, fomentan la fidelidad a la marca y pueden utilizarse para adquirir vuelos y mejoras; el oro digital, para comprar o vender objetos en un videojuego.

Aunque este tipo de activos lleva décadas en uso empresarial, casi siempre han estado en bases de datos centralizadas, lo que limita la propiedad, la posibilidad de transferirlos y la libertad de elección del usuario. Los arcade tokens en blockchains públicas, en cambio, son abiertos, interoperables y composables, lo que les confiere ventajas inéditas en el diseño de mercados.

Este artículo responde a las preguntas más frecuentes que hemos recibido sobre los arcade tokens: qué son, cómo funcionan, por qué tienen valor, cómo pueden aprovecharlos los desarrolladores, los compromisos de diseño que implican y las oportunidades que abren.

¿Qué es un arcade token?

Desde el punto de vista técnico, los arcade tokens son monedas digitales pensadas para gastarse en los ecosistemas de aplicaciones asociadas, cuya oferta y demanda se ajustan de forma flexible para mantener la estabilidad del precio. Ante todo, piensa en ellos como monedas dentro de una economía digital.

¿De dónde sale el término “arcade token”? Aunque no hayas estado nunca en un salón recreativo, seguro que captas la idea: entras, cambias dinero por fichas, normalmente físicas, y luego las utilizas para jugar al Galaga, Gator Panic o a lo que más te apetezca. Las fichas te permiten participar en la economía del arcade.

La metáfora del arcade ilustra perfectamente el funcionamiento de estos tokens: los arcade tokens mantienen un valor relativamente estable dentro del sistema económico al que pertenecen, ya sea en un solo servicio o en varios. Esta estabilidad los diferencia de otros tokens cuyos valores dependen de activos subyacentes (como los asset-backed o collectible tokens); de la operativa de mercados de red descentralizados (como los network tokens); o de inversiones especulativas en una entidad concreta (como los company-backed o security tokens).

Pese a su nombre desenfadado, los arcade tokens son un instrumento económico potente y programable, clave para abrir una nueva dimensión en el diseño cripto.

¿Qué no es un arcade token?

La diferencia esencial frente a otros tipos de tokens es que los arcade tokens no se diseñan para invertir ni especular. Frente a los network o security tokens, que la gente adquiere esperando rentabilidad, los arcade tokens están hechos para gastar.

A veces se les llama “utility tokens” porque su objetivo es aportar utilidad. Evitamos esa etiqueta porque da a entender que los demás tokens no la tienen, lo cual no es cierto. (Consulta el artículo “Defining tokens” para más detalles). También se les puede llamar “puntos” (aunque en la práctica suele implicar que los registros están en libros privados y no en blockchains públicas) o “loyalty tokens” (que solo describe una aplicación concreta).

Esto no implica que el valor de un arcade token sea inmutable: como verás más abajo, el precio de compra puede variar ligeramente con el tiempo. Sin embargo, suelen tener suministro ilimitado al precio de mercado y no ofrecen, prometen ni sugieren retornos financieros. Por eso, en general, no son aptos como productos de inversión y suelen estar fuera del ámbito de la legislación estadounidense sobre valores.

¿Para qué sirven los arcade tokens? ¿Por qué deberían interesar a los desarrolladores?

Los arcade tokens permiten a los desarrolladores crear y distribuir valor en una economía digital. La clave es que esa capacidad para crear y asignar valor puede incentivar conductas, poner en marcha el crecimiento inicial y generar efectos de red, sin depender de capital externo ni de demanda especulativa.

La lógica es sencilla y se entiende con la analogía del arcade: si gestionas un salón recreativo, te interesa controlar la cantidad de fichas para ajustarla a la afluencia. Si un día llegan el doble de clientes, conviene que haya el doble de fichas, así todos podrán jugar lo que quieran (salvo límites físicos). ¿Por qué rechazar clientes si puedes crear fichas suficientes para todos?

También querrás poder cambiar los precios: si mejoras el local, traes más y mejores máquinas o das premios más atractivos, quizá subas el precio por ficha. En resumen, buscas controlar tu economía para gestionar mejor el equilibrio entre oferta y demanda (y, además, transmitir el valor de tu arcade a los clientes).

Este control económico ayuda, además, a fidelizar a tus mejores clientes. Puedes premiar a los jugadores más fieles con fichas extra. Y cuando los clientes se van a casa con algunas fichas en el bolsillo, tienen un incentivo para volver, ya que solo allí podrán usarlas.

Dicho formalmente, los arcade tokens permiten:

• Precios y promociones dinámicas: Los emisores pueden ajustar el precio del token, el precio en tokens de los productos o ambos. Así pueden hacer descuentos en periodos de baja demanda o premiar el gasto durante picos de actividad.
• Efectos de red: Como las millas aéreas o los puntos de tarjeta, quienes tienen tokens suelen seguir ligados a la marca. Esta base estable de usuarios atrae a más comerciantes, desarrolladores y proveedores, aumentando el valor para todos: el clásico efecto red de las plataformas.
• @samuelvandeth/unlocking-the-power-of-tokenized-loyalty-d126080f7497">Incentivos y recompensas de fidelidad: Los emisores pueden dar bonificaciones a quienes realicen ciertas acciones, y premiar a los participantes de la red cuando aceptan o canjean el token. Esto refuerza los efectos de red mencionados.
• Control económico: Los emisores pueden quemar tokens al canjearlos, registrar pasivos onchain y aplicar políticas monetarias similares a las de un banco central, manteniendo la oferta y precios en un rango predecible.

¿Cómo funcionan los arcade tokens?

Dinámica económica

La dinámica económica de los arcade tokens los distingue de otros tokens. No otorgan derechos de propiedad sobre el ecosistema, sino acceso o uso de ciertas aplicaciones o servicios; y su valor de mercado se mantiene dentro de unos límites programados. No es necesario que estén anclados a una moneda fiat (como ocurre con los stablecoins); basta con que el emisor disponga de mecanismos para establecer un precio mínimo y, a menudo más importante, un máximo.

Habitualmente, los arcade tokens se pueden adquirir libremente a un precio fijado de antemano. Imagina una máquina dispensadora de fichas en un arcade: introduces un dólar y recibes, por ejemplo, cuatro fichas a 25 centavos cada una. Estas máquinas, conocidas como “faucets” o “spigots”, marcan un precio máximo que el valor de mercado no debe superar. Por eso, los arcade tokens no son activos invertibles: se usan para gastar, no para especular.

El valor del token se mide por lo que puedes conseguir al canjearlo, es decir, los “sinks” que retiran tokens de la circulación. En el arcade, los sinks son las máquinas: insertas una ficha para jugar. Si una partida cuesta una ficha, su valor equivale a 25 centavos. También se pueden canjear a un precio de recompra inferior al del faucet; así, el emisor garantiza que siempre pagará, por ejemplo, 20 centavos por cada ficha de 25. Esto fija un suelo de precio.

¿Qué implica esto para el mercado? ¿Pagarías a un especulador un dólar por una ficha de 25 centavos, sabiendo que puedes comprarla en la máquina por ese precio en cualquier momento? ¡Claro que no! (Ni aunque solo fueran céntimos). Alguien que se muda puede intentar vender sus fichas por 22 centavos, pero nadie pagará más de 25 si puede conseguirlas en el arcade. Así, aunque haya quien venda tokens con descuento (por ejemplo, si abandona el ecosistema), el precio debería mantenerse estable.

Todos estos factores no especulativos hacen de los arcade tokens una base idónea para economías de mercado controladas. Y no importa si se usan en una sola aplicación o de forma más amplia: es una consecuencia directa del diseño faucet/canje. (Siguiendo la metáfora: aunque el tendero local acepte las fichas del arcade como pago, nadie pagará más de 25 centavos por ficha si puede ir al arcade y conseguirlas por ese precio).

¿Por qué no usar stablecoins como medio de pago?

Los arcade tokens y los stablecoins comparten el objetivo de facilitar transacciones económicas con valor estable, pero los arcade tokens ofrecen una flexibilidad mucho mayor. El emisor puede crear tokens bajo demanda (aunque debe contabilizar su “valor sombra” en el balance, por lo que deba pagarse al canjearlos). Los emisores pueden utilizar estos tokens para subvencionar a usuarios, desarrolladores y otros participantes. Además, los tokens animan a los usuarios a permanecer en esa economía en lugar de llevar sus fondos a otro sitio. (Por eso las aerolíneas reparten “millas” canjeables solo en la compañía, en vez de dar reembolsos en efectivo).

Los arcade tokens también abren más vías de monetización. Pueden venderse directamente a los usuarios (a precio fijo o variable), integrarse en paquetes de suscripción o distribuirse en campañas promocionales. Si una red de socios acepta un arcade token concreto, puede impulsar promociones cruzadas y modelos de afiliación, ampliando su alcance sin depender de capital externo.

Sobre todo, los arcade tokens permiten a los emisores controlar con precisión cómo circula el valor en la economía, pudiendo:

• limitar su transferibilidad (por ejemplo, solo dentro de la app o entre direcciones autorizadas),
• imponer depreciaciones o fechas de caducidad (para fomentar su uso y evitar el acaparamiento), y
• vincular el canje a bienes o servicios concretos (alineando utilidad e intención económica).

Estas características refuerzan el valor del token como medio de intercambio (no como activo especulativo) y pueden programarse onchain. En resumen, los arcade tokens ayudan a arrancar el crecimiento, fomentan la participación y permiten gestionar la economía interna, dando al emisor un elevado grado de control.

El poder de la interoperabilidad

Como hemos visto, los arcade tokens emitidos en blockchains públicas se parecen a los puntos de fidelidad o millas aéreas, pero con una diferencia esencial: están onchain, lo que les permite ser abiertos, interoperables y composables.

Mientras que los programas de fidelidad tradicionales encierran el valor en ecosistemas cerrados, los arcade tokens blockchain pueden compartirse, aceptarse y canjearse sin restricciones entre distintos actores, incluso competidores. Esto da lugar a la portabilidad: puedes trasladar tu fidelidad entre servicios y transferir fácilmente el estatus, a diferencia de los complejos procesos de “status match” de las aerolíneas. Esta portabilidad incentiva la competencia en calidad, no en exclusividad, y puede transformar los programas fragmentados en bienes públicos.

Uno de los mejores ejemplos onchain de arcade token es $FLY de Blackbird, proyecto del fundador de Resy y Eater. Este arcade token crea un programa de fidelidad para restaurantes, similar a Starbucks Stars o MyMcDonald’s Rewards, pero con una diferencia: el mismo token se puede usar en muchos restaurantes distintos. Los clientes lo reciben al comprar en cualquier local de la red Blackbird y pueden canjearlo por descuentos y ventajas en cualquier restaurante participante. Al estar en blockchain, todo esto ocurre sin que los restaurantes tengan que coordinarse. Y del mismo modo que el programa de un restaurante refuerza la fidelidad de sus clientes, aquí $FLY refuerza la fidelidad en toda la red a la vez.

Los consumidores ganan en utilidad; los negocios, en efecto red compartido.

El resultado es la coopetición: tu cafetería local y Starbucks pueden beneficiarse ambas de aceptar el mismo token. Aunque a priori parezca que a ninguna le interesa, un programa de fidelidad compartido con arcade token puede beneficiar a las dos. El token permite que ambas experiencias se complementen: acudir a una u otra genera ventajas que incrementan el valor de ambas. Si una da mochaccinos gratis a cambio del token, esto incrementa el valor para los clientes en ambas cafeterías. Así se refuerza la fidelidad y los clientes dedican más presupuesto al café en total.

Esta coopetición genera más valor para la red, que puede repartirse entre los proveedores según sus ventas. Es decir, en vez de competir por una porción, se hace crecer el pastel.

Compromisos de diseño y oportunidades

Los arcade tokens no encajan en cualquier proyecto. No tienen sentido donde se requiera un activo especulativo. Por ejemplo, las redes blockchain de capa uno que cuentan con sus propios network tokens no necesitan arcade tokens para funcionar.

Sin embargo, para muchos proyectos —especialmente los enfocados al gasto o con integración en el mundo físico— los arcade tokens son una opción potente. Aportan:

• Estabilidad de precios: gracias a mecanismos de techo/suelo y emisión controlada.
• Usabilidad: valor estable e intuitivo que facilita saber lo que se gasta.
• Claridad contable: su coste es el valor de lo que se puede canjear con ellos, sin más.
• Control: los emisores los gestionan de forma similar a un banco central.

Se observa, además, que los arcade tokens pueden complementar o anticipar la aparición de network tokens. El token $FLY de Blackbird se puede canjear en cualquier restaurante de la red, y ese canje se gestiona en una capa blockchain dedicada y respaldada por un network token. Una red de computación descentralizada podría usar un network token para seguridad e incentivos entre los proveedores, y un arcade token para crear efecto red entre los clientes. Un marketplace puede impulsar la participación con un arcade token y, cuando descentralice el protocolo, introducir un network token. Así, los arcade tokens actúan como rampa de entrada para generar demanda y tracción inicial antes de dar el salto a una red más descentralizada a largo plazo.

Perspectiva regulatoria

Un ejemplo temprano es Quarters, de la plataforma de juegos blockchain Pocketful of Quarters. Los jugadores usan Quarters para acceder a funciones y recompensas en los juegos participantes. Como prueba de que los arcade tokens no son activos invertibles, Pocketful of Quarters recibió una no-action letter de la SEC en julio de 2019, donde la agencia reconocía que los Quarters solo se utilizaban para jugar, no para especular o invertir.

Pese a este precedente, tanto la no-action letter de Quarters como muchos marcos regulatorios estatales son insuficientes. Miran con recelo la interoperabilidad, considerándola un problema en vez de una ventaja. Su argumento parte de la creencia errónea de que, al haber interoperabilidad, los activos se vuelven más transferibles y adquieren características propias de instrumentos financieros. Pero esto ignora que la demanda de trading depende de que el activo tenga potencial especulativo, lo que —como ya se ha visto— normalmente no ocurre con los arcade tokens. De hecho, la interoperabilidad es una de las grandes promesas de los arcade tokens onchain, que aporta ventajas como menos fricción y másopciones para el consumidor.

Un diseño inteligente puede paliar las preocupaciones regulatorias. No es necesario encerrar los arcade tokens en redes cerradas. Mecanismos como el precio máximo, los modelos faucet/sink y los canjes ligados a su uso permiten reducir programáticamente la especulación. Además, la interoperabilidad beneficia al consumidor: mejora la usabilidad, fomenta la competencia y amplía el efecto red, impulsando la innovación y aportando más valor al usuario sin depender de la especulación financiera.

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Aunque los arcade tokens no sirven para cualquier caso de uso, son un pilar esencial en la evolución de las redes cripto. Así como los stablecoins abren nuevas vías de comercio y los network tokens habilitan la gobernanza y el reparto de valor descentralizados, los arcade tokens pueden impulsar economías digitales a gran escala.

Con mayor claridad regulatoria, esperamos que tanto desarrolladores como usuarios reconozcan el potencial de los arcade tokens a medida que más proyectos —incluidos muchos ajenos al sector cripto— exploren su utilidad.

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Agradecimientos: Los autores desean dar las gracias a Robert Hackett, Tim Sullivan y Sonal Chokshi por su excelente labor editorial; así como a Sam Broner, Kate Dellolio, Chris Dixon, Liz Harkavy, Steve Kaczynski, Michele Korver, Emily Westerhold y Liang Wu por sus valiosos comentarios.

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