La respuesta definitiva a este juego de aranceles puede estar oculta en el fenómeno de "empresas estadounidenses compitiendo por pedidos" revelado por el Diario Económico: cuando los compradores estadounidenses "hacen pedidos sin preguntar precios" por productos chinos, las leyes del mercado ya han votado con los pies. Si la parte estadounidense continúa obsesionada con "presiones extremas", lo que les espera en 90 días puede no ser un protocolo, sino una reacción del mercado aún más intensa. Después de todo, en la actualidad, donde la globalización está profundamente entrelazada, una guerra sin ganadores está destinada a no durar.
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La respuesta definitiva a este juego de aranceles puede estar oculta en el fenómeno de "empresas estadounidenses compitiendo por pedidos" revelado por el Diario Económico: cuando los compradores estadounidenses "hacen pedidos sin preguntar precios" por productos chinos, las leyes del mercado ya han votado con los pies. Si la parte estadounidense continúa obsesionada con "presiones extremas", lo que les espera en 90 días puede no ser un protocolo, sino una reacción del mercado aún más intensa. Después de todo, en la actualidad, donde la globalización está profundamente entrelazada, una guerra sin ganadores está destinada a no durar.