Los Títeres de Sombra de Shiba Inu: Los Hombres Detrás del Meme

En el mundo turbio y a menudo delirante del dinero en internet temático de perros, dos figuras sobresalen de manera particular - aunque permanecen frustrantemente desenfocadas. Shytoshi Kusama y Kaal Dhairya, los supuestos cerebros detrás de la moneda Shiba Inu, continúan su elaborado juego de escondidas con el público mientras controlan, de alguna manera, miles de millones en activos.

Siempre me ha parecido bastante conveniente cómo estos "visionarios" gestionan su imperio cripto desde detrás de cortinas digitales. Kusama, cuyo valor de mercado oscila entre 10 y 41 mil millones de dólares dependiendo de hacia dónde sopla el viento especulativo, no muestra su rostro. Algunas teorías locas incluso sugieren que es Elon Musk disfrazado, aunque Musk generalmente no puede resistir tomar crédito por sus esfuerzos.

Durante una "entrevista" extrañamente teatral en una ubicación no divulgada, tanto Kusama como Dhairya insistieron en ocultar sus identidades incluso para las fotografías. ¡Qué tranquilizador para los inversores! Nada grita liderazgo financiero legítimo como las personas que se niegan a ser identificadas.

La historia de pobreza a riqueza de Kusama parece sospechosamente elaborada: un conductor de Uber que tuvo una conversación mágica con un pasajero rico que le dijo que "explorara la tecnología". Qué conveniente. Afirma valorar el anonimato, pero me pregunto si se trata más de evitar la responsabilidad cuando las cosas inevitablemente van mal.

El proyecto en sí comenzó bajo otro fantasma llamado Ryoshi, quien convenientemente donó la mitad de los tokens a Vitalik Buterin de Ethereum. Este movimiento estratégico esencialmente externalizó la credibilidad a una figura conocida en el espacio.

Dhairya y Kusama - que supuestamente nunca se habían conocido en persona - ahora controlan este gigante descentralizado a través de "confianza" y "visión compartida." Aparentemente están trabajando para convertir a Shiba Inu en una "entidad descentralizada de un billón de dólares." Claro. Porque los memes son definitivamente la base sobre la cual se construyen sistemas financieros sostenibles.

Su grandiosa ambición de "desafiar a gigantes centralizados como Google" mientras se ocultan detrás de seudónimos dice mucho sobre la desconexión entre su retórica y la realidad. La Fundación Shiba, establecida el año pasado, parece más un movimiento de relaciones públicas que una verdadera filantropía.

Mientras tanto, el "ShibArmy" - un supuesto 50 millones de seguidores - continúa inyectando dinero en un sistema controlado por personas que ni siquiera revelan sus nombres. La tolerancia del mundo cripto hacia el liderazgo anónimo sería impensable en cualquier otro sector financiero, pero aquí es un negocio como de costumbre.

Supongo que es más fácil prometer descentralización cuando nadie sabe quién está moviendo los hilos.