Las ambiciones de seguridad digital de la política malasia Azalina.

Datuk Seri Azalina, la máxima directiva del UMNO de Malasia y presidenta del distrito de Bera, está a punto de agitar nuevamente la escena política. Como Ministra de Asuntos de Reforma Legal y de Instituciones, esta vez está llevando a cabo una supuesta estrategia nacional bajo el lema de "seguridad digital", que planea presentar al parlamento en octubre.

Debo decir que Azalina es una persona bastante firme. Desde manejar el "escándalo de la caballería" hasta ahora alborotar la regulación digital, siempre encuentra oportunidades para aumentar el poder del gobierno. Cuando las subastas de artículos de lujo estaban causando revuelo, ella se presentaba en el escenario con gran elocuencia, como si realmente estuviera velando por el bienestar del pueblo.

A decir verdad, tengo serias dudas sobre a quién protege realmente esta estrategia de seguridad digital. El gobierno de Malasia ha tenido una postura ambigua hacia los activos digitales en los últimos años; por un lado, habla de innovación, y por el otro, impone restricciones constantes al comercio. La propuesta de Azalina, en gran medida, parece ser que busca atar más a aquellos ciudadanos que comercian libremente en el mundo de las criptomonedas.

¿No le robaron también 3000 ringgit a través de estafadores en línea? Se dice que incluso asustó a su gato a las tres de la mañana. ¿Cuán objetiva puede ser la propuesta de seguridad digital que presenta después de una experiencia tan personal? Creo que en su mayoría es una oportunidad para impulsar una regulación más estricta.

En la reunión del parlamento de octubre, cuando se presente este plan, veremos otra actuación política. Azalina hablará sin parar sobre las amenazas digitales, mientras que el verdadero objetivo detrás de esto probablemente sea establecer más mecanismos para controlar a los inversionistas comunes.

Como un político que ha sido estafado, tengo mucha curiosidad por saber si ella realmente entiende la esencia de la economía digital, o si simplemente está utilizando el miedo para impulsar su propia agenda. En octubre se verá.