Un niño de 12 años creó su propia criptomoneda y ganó $55.000 engañando a inversores

En la actualidad, crear una criptomoneda está al alcance de cualquiera. Basta con acceder a alguna de las plataformas especializadas y pagar una comisión a los desarrolladores. La mayoría de estos nuevos tokens se emiten en la blockchain de Solana, aunque existen otras redes que ofrecen esta posibilidad. Según las estadísticas, el 99% de las criptomonedas pasan desapercibidas, pero ocasionalmente surge un token que logra captar la atención de los inversores, creando oportunidades —al menos teóricamente— para que incluso personas sin experiencia puedan generar ganancias significativas.

El inicio de un proyecto fraudulento

Esta historia ejemplifica perfectamente el caos que caracteriza actualmente al sector de las criptomonedas. Un niño de 12 años lanzó su propio token denominado QUANT en la red Solana. Inicialmente, el activo no generó gran interés, pero gracias a los esfuerzos promocionales del joven "emprendedor", comenzó a atraer a algunos inversores. Las compras fueron inicialmente modestas, pero permitieron al creador acumular aproximadamente $2.000 en ganancias.

Satisfecho con este resultado inicial, el joven organizó una transmisión en vivo para hacer un "anuncio importante". Sin ocultar su identidad ni su edad, procedió a ejecutar un "rug pull" clásico: liquidó toda su posición de tokens ante los mismos inversores que habían depositado su confianza en el proyecto. Esta maniobra le permitió obtener cerca de $30.000, una suma considerable para un estudiante de primaria.

Giro inesperado: popularidad viral

Lo sorprendente de esta historia es lo que ocurrió después. Los inversores afectados, lejos de abandonar el proyecto, comenzaron a comentar lo sucedido en redes sociales, generando un efecto viral inesperado. Paradójicamente, el token QUANT ganó notoriedad precisamente por el escándalo, y nuevos inversores empezaron a adquirirlo. En poco tiempo, la capitalización de mercado del token alcanzó los $85 millones.

Para ese momento, el joven creador ya había liquidado todas sus posiciones durante el lanzamiento inicial. Según analistas del mercado cripto, si hubiera mantenido sus tokens, podría haber obtenido aproximadamente $1,5 millones, haciendo que sus ganancias iniciales de $30.000 parecieran insignificantes en comparación.

Reincidencia y mayores ganancias

En lugar de lamentar la oportunidad perdida, el joven trader lanzó inmediatamente dos nuevos tokens. El primero fue nombrado LUCY, en honor a su perro, mientras que el segundo recibió el nombre de SORRY, aparentemente como una disculpa a los inversores iniciales. Sin embargo, la estrategia se repitió: el creador vendió la totalidad de sus tokens durante el pico de interés, obteniendo esta vez $24.000 adicionales. En total, las ganancias del joven estafador ascendieron a $54.000.

Consecuencias y reacción del mercado

Los inversores perjudicados decidieron investigar quién estaba detrás de estas operaciones fraudulentas. Tras un minucioso análisis con ayuda de especialistas en blockchain, descubrieron que el responsable era efectivamente un estudiante de 12 años. No contentos con esto, comenzaron a enviar mensajes a las cuentas de redes sociales de sus padres.

No está claro si las autoridades se han interesado en el caso, pero los desarrolladores del protocolo Solana ya han incluido al joven en listas negras, y la comunidad de inversores ha prometido vigilar cualquier intento futuro del estafador para crear y distribuir nuevas criptomonedas.

Actualmente, la capitalización de mercado de QUANT ha caído de $85 millones a $24 millones, pero sorprendentemente el interés en el proyecto no ha disminuido. Algunos inversores están comprometidos a mantener el token a largo plazo, conservando gran parte del suministro circulante y evitando ventas masivas.

Implicaciones para el mercado cripto

Los especialistas consideran que el entusiasmo persistente en torno a QUANT podría indicar una recuperación de su popularidad. Aunque este esquema fraudulento fue descubierto, tales casos son extremadamente raros en el ecosistema cripto. Normalmente, si el creador de una criptomoneda decide mantener su anonimato, resulta prácticamente imposible rastrearlo.

La plataforma Solana colabora activamente con las autoridades regulatorias, lo que teóricamente permitiría a la policía localizar a los estafadores. Sin embargo, esta historia parece lejos de concluir, considerando que implica violaciones legales y ganancias obtenidas sin el pago de los impuestos correspondientes.

Este caso ilustra perfectamente los riesgos asociados con las inversiones en tokens sin respaldo y la importancia de realizar una investigación exhaustiva antes de invertir en proyectos cripto, especialmente aquellos de reciente creación sin un historial verificable o un equipo conocido.