¡Vaya, vaya! El famoso magnate tecnológico Elon Musk resulta ser un tipo bastante alto. Con sus 188 centímetros (6'2"), destaca en cualquier sitio donde se presente, como si su fortuna y su ego no fueran ya suficientemente grandes.
Y es que lo curioso es cómo su altura física parece una metáfora perfecta de todo lo demás en su vida: grande, imponente y constantemente comparado con otros. Mientras yo apenas llego al metro setenta, este tío se pasea por ahí con casi veinte centímetros más que yo, intimidando a medio mundo de la tecnología con su estatura y su billetera.
Lo que me revienta es cómo los medios tratan esta característica física como si fuera otro de sus logros. ¿En serio? ¿Ahora también vamos a aplaudirle por haber nacido alto? Como si fabricar coches eléctricos o mandar cohetes al espacio no fuera suficiente, también tiene que ser "físicamente imponente". Qué injusto es el mundo, ¿no?
Y no olvidemos su obsesión con las criptomonedas. Un simple tweet suyo hace que todo el mercado se tambalee. Un día dice que adora Bitcoin y todos compran como locos; al día siguiente cambia de opinión y miles pierden sus ahorros. Tremendo poder para un solo hombre, ¿no crees?
Lo más gracioso es cómo muchos quieren equipararse a él. "Si Elon mide 1,88 metros y yo también, ¿tendré éxito como él?" ¡Por favor! Hay millones de personas altas en el mundo que no están revolucionando la industria espacial ni acumulando fortunas estratosféricas.
Su dieta y ejercicio tampoco son nada del otro mundo. Come lo que le apetece, hace ejercicio cuando le da la gana... y aún así mantiene ese porte. Mientras tanto, uno aquí contando calorías y matándose en el gimnasio para mantenerse en forma.
No puedo negar que ha logrado cosas impresionantes. Pero ¿modelo a seguir? Tengo mis dudas. Sus empresas pueden estar cambiando el mundo, pero sus métodos son cuestionables. Exige horas interminables a sus trabajadores mientras él se pasea por los platós de televisión haciendo gala de sus 188 centímetros.
Lo que sí hay que reconocerle es su capacidad para explicar cosas complicadas de manera sencilla. Eso, combinado con su altura y su carisma, lo convierte en una figura casi hipnótica cuando habla en público. ¿Coincidencia? No lo creo.
En fin, ahí lo tenéis: Elon Musk, 188 centímetros de pura ambición, controversia y visión futurista. Alto por fuera, pero ¿cómo será por dentro? Eso ya es otra historia que quizás nunca lleguemos a conocer.
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La Altura de Elon: Un Análisis de su Estatura e Impacto
¡Vaya, vaya! El famoso magnate tecnológico Elon Musk resulta ser un tipo bastante alto. Con sus 188 centímetros (6'2"), destaca en cualquier sitio donde se presente, como si su fortuna y su ego no fueran ya suficientemente grandes.
Y es que lo curioso es cómo su altura física parece una metáfora perfecta de todo lo demás en su vida: grande, imponente y constantemente comparado con otros. Mientras yo apenas llego al metro setenta, este tío se pasea por ahí con casi veinte centímetros más que yo, intimidando a medio mundo de la tecnología con su estatura y su billetera.
Lo que me revienta es cómo los medios tratan esta característica física como si fuera otro de sus logros. ¿En serio? ¿Ahora también vamos a aplaudirle por haber nacido alto? Como si fabricar coches eléctricos o mandar cohetes al espacio no fuera suficiente, también tiene que ser "físicamente imponente". Qué injusto es el mundo, ¿no?
Y no olvidemos su obsesión con las criptomonedas. Un simple tweet suyo hace que todo el mercado se tambalee. Un día dice que adora Bitcoin y todos compran como locos; al día siguiente cambia de opinión y miles pierden sus ahorros. Tremendo poder para un solo hombre, ¿no crees?
Lo más gracioso es cómo muchos quieren equipararse a él. "Si Elon mide 1,88 metros y yo también, ¿tendré éxito como él?" ¡Por favor! Hay millones de personas altas en el mundo que no están revolucionando la industria espacial ni acumulando fortunas estratosféricas.
Su dieta y ejercicio tampoco son nada del otro mundo. Come lo que le apetece, hace ejercicio cuando le da la gana... y aún así mantiene ese porte. Mientras tanto, uno aquí contando calorías y matándose en el gimnasio para mantenerse en forma.
No puedo negar que ha logrado cosas impresionantes. Pero ¿modelo a seguir? Tengo mis dudas. Sus empresas pueden estar cambiando el mundo, pero sus métodos son cuestionables. Exige horas interminables a sus trabajadores mientras él se pasea por los platós de televisión haciendo gala de sus 188 centímetros.
Lo que sí hay que reconocerle es su capacidad para explicar cosas complicadas de manera sencilla. Eso, combinado con su altura y su carisma, lo convierte en una figura casi hipnótica cuando habla en público. ¿Coincidencia? No lo creo.
En fin, ahí lo tenéis: Elon Musk, 188 centímetros de pura ambición, controversia y visión futurista. Alto por fuera, pero ¿cómo será por dentro? Eso ya es otra historia que quizás nunca lleguemos a conocer.