El Criterio de Kelly y su uso en crypto trading: ¿bendición o maldición?

¡Menudo invento este criterio de Kelly! Como trader de criptomonedas que lleva años en esta montaña rusa, puedo deciros que esta fórmula matemática es como ese amigo que siempre quiere que dejes de beber: teóricamente tiene razón, pero en la práctica a veces te dan ganas de ignorarlo.

Creado por John L. Kelly Jr. en 1956, este sistema nació para optimizar comunicaciones y acabó revolucionando tanto los casinos como Wall Street. ¿Su propuesta? Calcular exactamente qué porcentaje de tu dinero deberías apostar para maximizar tus ganancias sin arruinarte en el proceso.

La fórmula es bastante sencilla: f* = (bp - q) / b, donde f es cuánto invertir, p la probabilidad de ganar, q la de perder y b las ganancias potenciales. Pero seamos sinceros, en crypto es casi imposible calcular con precisión estos valores cuando cualquier tweet de Elon Musk puede mandar tu inversión al cielo o al infierno en cuestión de minutos.

En teoría, el criterio de Kelly te ayudaría a decidir si meter el 20% o el 40% de tu capital en esa shitcoin que te recomendó tu cuñado. Pero la volatilidad de este mercado hace que intentar aplicar matemáticas precisas sea como tratar de medir un huracán con una regla.

Imaginemos una operación: crees que hay un 60% de probabilidades de que cierta moneda suba, con un potencial de beneficio 2:1. El criterio te dice: invierte el 40% de tu capital. ¡Cuarenta por ciento! Cualquiera que haya pasado por un crypto winter sabe que eso es una locura.

La verdad es que mientras el mercado tradicional opera con cierta lógica, el de criptomonedas responde a factores que ninguna fórmula puede predecir: cambios regulatorios repentinos, hackeos de plataformas, o simplemente el pánico colectivo de los inversores.

No niego que el criterio de Kelly tenga ventajas: te obliga a ser disciplinado, a pensar en términos probabilísticos y a evitar esas decisiones emocionales que tanto nos cuestan. Pero también puede empujarte a posiciones demasiado agresivas si sobreestimas tus probabilidades de éxito (algo que hacemos todos).

A diferencia del modelo Black-Scholes que sirve para valorar opciones, Kelly se centra en el tamaño óptimo de tus apuestas. Es como si Black-Scholes te dijera cuánto vale el barco y Kelly cuánto deberías pagar por él.

Mi consejo, tras perder y ganar cantidades que me hacen sudar solo de recordarlas: usad Kelly como guía, pero aplicad vuestro propio "factor de prudencia". El mercado crypto es tan impredecible que incluso los mejores matemáticos acaban rascándose la cabeza.

Al final, la mejor estrategia combina matemáticas con instinto, análisis con humildad, y sobre todo, nunca invertir lo que no podéis permitiros perder. El criterio de Kelly es una herramienta útil, pero en este salvaje oeste digital, ninguna fórmula sustituye al sentido común.