Con este escrito, rindo homenaje a cada trader!

Emprender el camino del trading equivale a ajustar tu vida a una dificultad de infierno.

Desde el momento en que ingresas al mundo del trading,
tu vida deja de ser ordinaria,
la mayoría de las profesiones en el mundo luchan contra el exterior,
dependen de recursos externos, reglas y trabajo en equipo.

Pero el trading es un viaje solitario, un proceso constante de exploración interna y lucha contigo mismo,

no solo pone a prueba tu técnica y sabiduría,

sino que también evalúa si puedes reconciliarte con tu propia humanidad, pasando de la resistencia a la negociación, de la negociación a la obediencia, hasta alcanzar finalmente el equilibrio mental.

Este proceso está destinado a ser solitario y doloroso, debes soportar la incomprensión y las dudas de tu familia, enfrentar las fluctuaciones y pérdidas de tu cuenta, y lo más cruel es que el trading te hará luchar entre la esperanza y la desesperación una y otra vez.

Cuando finalmente ves la luz de las ganancias, una retirada puede volver a arrastrarte al abismo.

Una y otra vez, vacilarás entre la confianza y la autocrítica, cuestionando si realmente estás hecho para este camino.

Si tienes la suerte de encontrar el equilibrio mental en medio de tantas caídas y ascensos, quizás puedas tener en tus manos la llave para ganancias estables.

Pero la realidad es que muy pocos llegan al final, la gran mayoría de los traders, tras décadas de altibajos, terminan abandonando con tristeza, mirando atrás con agotamiento y lágrimas en los ojos.

El trading está destinado a ser un juego para unos pocos, solo aquellos que persisten hasta el final podrán ver el paisaje del destino.

¡Los que aún sobreviven en este círculo no son simples!
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