La tendencia alcista no suele girar repentinamente; generalmente, primero aparece una vela con sombra superior, que representa el último impulso de los alcistas. Cuanto más larga sea la sombra, mayor será la presión de venta, y los grandes inversores comenzarán a vender en esa zona.

Luego, una vela envolvente absorberá completamente la vela anterior, haciendo que el sentimiento del mercado pase directamente de "romper la cima" a "reversal a la baja".

Estas dos velas juntas constituyen una señal típica de "prueba de la cima + confirmación de reversión".

La estrategia de entrada se divide en tres pasos, adaptándose a diferentes perfiles de riesgo (sin que uno sea mejor que otro):

1. Ver lo grande para actuar en lo pequeño: entrar cuando el precio en el gráfico en tiempo real rompe la estructura, ofreciendo la mejor relación calidad-precio;

2. Confirmar la continuación: esperar a que la siguiente vela se acerque al precio de apertura de la vela envolvente antes de entrar, lo que hace la señal más estable y menos propensa a falsos positivos;

3. Enfoque conservador: entrar tras romper el mínimo de la vela envolvente, siendo la opción más segura pero sacrificando parte del potencial de ganancia.

Atención: independientemente del método elegido, el stop loss debe colocarse en el punto más alto de la vela envolvente.