Los gigantes automotrices tradicionales están comenzando a adoptar infraestructuras descentralizadas de maneras inesperadas. La última iniciativa de Ford implica implementar capacidades de impresión 3D bajo demanda en toda su red de servicios global, con un giro: toda la operación funciona sobre la infraestructura logística de Wurth mientras aprovecha la nube privada descentralizada de IAGON para la seguridad de los datos.

La lógica empresarial es sencilla: en lugar de enviar piezas de repuesto físicas a través de las fronteras (hola aranceles y retrasos en el envío), los centros de servicio ahora pueden acceder a planos digitales desde una red de almacenamiento distribuido y fabricar componentes localmente. La capa de privacidad de IAGON maneja los archivos de diseño sensibles, asegurando que la propiedad intelectual de Ford permanezca protegida sin depender de proveedores de nube centralizados.

Esta configuración convierte esencialmente cada ubicación de servicio en un micro-centro de fabricación. Queda por ver si este modelo se escala más allá del sector automotriz, pero es uno de esos casos raros en los que la infraestructura blockchain resuelve fricciones reales en la cadena de suministro en lugar de crear soluciones que buscan problemas.