La encriptación completamente homomórfica (FHE) siempre ha sido vista como el santo grial de la computación privada, pero el umbral de practicidad es demasiado alto. Ahora vemos proyectos que están impulsando la aplicación práctica de FHE, llevando esta tecnología "teóricamente perfecta" realmente a escenarios on-chain, lo cual es realmente impresionante. Si los puntos críticos de privacidad pueden ser resueltos de manera elegante, sin depender de soluciones de mezcladores que son un poco cuestionables, el espacio de imaginación es bastante amplio.